Me marcho a la POLI Conference de Nueva York, hoy martes26 de marzo, día en el que Comunicación a la Deriva cumple tres años. No hay mejor forma decelebrarlo que participando en la organización de un evento de los dejan huella y se recuerdan no solo por motivos profesionales. Gracias a los lectores del blog, sin ellos, no sería lo que es: un entusiasta divulgador de contenidos de comunicación política. Lo celebramos con este post, en el que os ofrezco el último artículo quepublico en la revista Más Poder Local (MPL), publicación digital que edita la Fundación Ortega-Marañón. Un privilegio compartir espacio con académicos y consultores de primer orden. Aquí tenéis 'Votantes que consumen, consumidores que votan'. Número 15 de MPL, marzo de 2013: 'Marketing político: más allá de la venta de candidatos y políticas'.
La semilla del márquetin político la encontramos en Estados
Unidos durante la campaña electoral que llevó a Eisenhower a la Casa Blanca en
1952. Aupado a la Presidencia por la compañía de relaciones públicas BBDO y por
la maestría del experto en mercadotecnia comercial Thomas Rosser Reeves Junior,
el político republicano escribió una página histórica del márquetin político.
En Europa, las primeras pistas de estas técnicas de persuasión las tenemos en
Gran Bretaña en 1964, una cita con las urnas que ganó el laborista Harold
Wilson. A pesar del indiscutible contagio experimentado por las campañas
europeas, la ‘americanización’ de nuestras elecciones no es total debido a
las diferencias que mantienen los
sistemas electorales y de medios de comunicación a un lado y otro del
Atlántico. Lo que sí comparten al ciento por ciento es la raíz comercial del
márquetin político y la necesidad de llenar de contenido este último para que
aporte algo más que mera influencia política.
Las similitudes entre ambos tipos de márquetin no equivalen,
en modo alguno, a que de forma sistemática lo que se haga en campaña sea
sinónimo de mutilación de la democracia. Comparten algunas características que,
bien articuladas, pueden aportar puntos positivos para la política:
- Analizan al adversario-competidor: lo que ayuda a conocer al otro y a superarlo para ofrecer
un programa o producto mejor.
- Estudian al votante-consumidor: averiguar cuáles son los temas que preocupan al ciudadano
y las necesidades del cliente, permite atender satisfactoriamente las
inquietudes de los electorales y de los compradores.
- Emplean un lenguaje metafórico: forma parte del legítimo juego de la persuasión que
despliega la mercadotecnia. Simplificar la realidad mediante recursos retóricos
o literarios no implica necesariamente un fraude político. Sin duda, en el caso
del márquetin comercial, estamos ante una herramienta consustancial a su
ejercicio.
- Crean una imagen de marca: partidos y empresas necesitan sintetizar al máximo qué son
para conquistar razones y corazones. Esta huella mental facilita la orientación
del votante y del consumidor en medio de una maraña de programas, mensajes y
ofertas.
Entonces, ¿dónde están los desafíos del márquetin político?
Fundamentalmente, debe ser leal al espíritu democratizador de las campañas
electorales, en las que no han de venderse ni productos milagro para adelgazar,
ni hipotecas envenenadas ni servicios telefónicos de los que resulta imposible
darse de baja. El márquetin, antes de salir a la calle, ha de empaparse en un
largo baño de comunicación política cívica, esa comunicación que busca
persuadir al votante sin recurrir a las malas artes de la manipulación.
El márquetin político debe entenderse como una herramienta
al servicio tanto de los partidos como de los ciudadanos, y no solo de los
primeros. Su interés por emplear técnicas y métodos destinados a promocionar la
imagen de ideas o candidatos no es algo a lo que tenga que renunciar, esta es
la razón de su existencia y es una pieza más del puzzle democrático. El problema
aparece cuando la política se transforma en un show de dimes y diretes, en una
fábula que tergiversa los hechos y en un mensaje hueco que no aporta soluciones
a los ciudadanos.
Los candidatos no deben convertirse en los productos sino en
los representantes de los mismos, es decir, los que aspiran a presidir los
gobiernos tienen que llenar sus escaparates de programas, propuestas y de
críticas constructivas al adversario. Y esta ‘venta’ electoral puede y debe
servirse de las armas de la persuasión.
Los partidos políticos harían mal en olvidar que, cuando
hablamos de márquetin comercial, los consumidores pueden desechar sus productos
en cualquier momento sin tener que esperar cuatro años, y que esos artículos o
servicios no toman decisiones por los compradores, algo que sí ocurre en el
terreno de la política. La responsabilidad, por tanto, del márquetin político,
es muy superior a la que soporta el comercial, del que no depende la calidad de
la democracia.
La mercadotecnia de campaña tiene la obligación de ayudar a
los partidos a ganar elecciones, pero sin dejar por el camino un reguero de
despropósitos. Analizar las características de los contrincantes y de los
votantes, diseñar un programa y un mensaje acordes a las conclusiones de este
estudio y valerse del poder de la palabra y de la imagen, están en el corazón
del márquetin, pero también debe ocupar el mismo lugar escuchar a los ciudadanos antes y después de
las elecciones (si les vendes un coche, preocúpate por ver cómo les va con él,
y soluciona los posibles problemas que puedan surgir con el paso del tiempo.
Esto lo hacen los concesionarios, ¿por qué no los partidos políticos?).
No nos enfrentamos con esto a la dictadura de la demagogia o
al populismo, sino a la sana y, a veces, infrecuente virtud, de interesarnos de
verdad por aquello que le preocupa a la gente durante los cuatro años de
legislatura. El márquetin político puede tratar a los ciudadanos como
consumidores, pero sin tirar a la papelera su rol primordial de votantes. Esta
lección hay que aprenderla y aplicarla de verdad.
La Biblia de la ética periodística que nos dejó el premio Nobel Camilo José Cela:
1. "Decir
lo que acontece. No lo que quisiera que aconteciese o lo que imagina que
aconteció".
2. "Decir
la verdad anteponiéndola a cualquier otra consideración y recordando siempre
que la mentira no es noticia".
3. "Ser
tan objetivo como un espejo plano. La manipulación y aún la mera visión
especular entran dentro de la literatura, nunca del periodismo".
4. "Callar
antes de deformar".
5. "Ser
independiente y no entrar en el juego político inmediato".
6. "Aspirar
al entendimiento intelectual y no al presentimiento visceral de los sucesos y
situaciones".
7. "Funcionar
acorde con su empresa, es decir, con la línea editorial del medio en el que
trabaja. El medio de comunicación debe ser una unidad de conducta y de expresión
y no una suma de parcialidades".
8. "Resistir
toda suerte de presiones morales, sociales, religiosas, políticas, familiares,
económicas, sindicales, incluidas de la propia empresa".
9. "Recordar
en todo momento que el periodista no es el eje de nada sino el eco de todo".
10. "Huir
de la voz propia y mostrar siempre con la máxima sencillez y corrección posible
lo que acontece y sucede".
11. "Conservar
el más firme y honesto orgullo profesional manteniendo siempre los debidos
respetos sin inclinarse ante nadie".
12. "No
ensayar la delación, ni dar pábulo a la murmuración, ni ejercitar jamás la
adulación. Al murmurador se le acaba cayendo la lengua y al adulador se le
premia con una cicatera y despectiva palmadita en la espalda".
En la nueva entrega de Campaigns&Elections TV, César Martínez entrevista a los consultores Oswaldo Ramírez (0" a 12'), Juan Hernández (12'-15" a 21'-40") yYago de Marta (21'-50" a 28'-30"). Ramírez nos habla de la singularcomunicación política de Hugo Chávez, Hernández de la capacidad comunicativa del nuevo Papa y De Marta centra su atención en los entrenamientos necesarios para mejorar nuestra oratoriaante los medios.
Tras la muerte de Hugo Chávez, Venezuela escribe otro apasionante capítulo en su historia. El 14 de abril los venezolanos están convocados a unas nuevas elecciones presidenciales. Analizamos con Oswaldo Ramírez los entresijos de esta contienda. Aquí tenéis las claves de unode los países más mediáticos de América. Ramírez es consultor político, director de ORC Consultores y Profesor de Opinión
Pública y Comunicación Política.
JD.: ¿Qué ambiente político se respira en Venezuela tras la
muerte de Chávez?
Oswaldo
Ramírez:
En Venezuela, la muerte de Hugo Chávez ha mantenido al país de la misma manera
que se encontraba antes de su muerte, un
país dividido en tres grandes sectores (40% Pro-oficialistas, 33% Pro
Alternativa Democrática y 27% No alineados), de los cuales dos de ellos se
encuentran altamente polarizados.
Chávez.
El ambiente que se respira en el país ha sido
interesante para analizar 14 años del paso de Hugo Chávez por el poder, primero
por el largo luto (oficial) decretado por el gobierno para velar en capilla
ardiente al Presidente fallecido por 10 días, en los cuales las expresiones de
amor de ese sector se manifestaron, pero también dejaron entrever que el designado aún no ha marcado su sello de
liderazgo en ese pueblo que sí acompañó (y aún acompaña) a Chávez; verbalizaciones
como “Te apoyaré Maduro porque ese fue el deseo de mi comandante” o “Aquí estamos
Maduro, no te olvides de los pobres, estaremos vigilantes”, así como, muestras de dolor inmenso por la
pérdida de un padre, un hermano, un amigo o un hijo.
Pero para el otro bloque, si bien guardaron el
respeto y el luto, significó el fin de
una era, la muerte de una persona que causó mucho daño al país y a partir
de esto, la oportunidad de ver una Venezuela distinta. Hugo Chávez fue o un héroe o un demonio y, curiosamente, los estudios de opinión pública
reflejaban días antes del anuncio de su muerte, que más del 50% del país creía
que Chávez regresaría a gobernar. Primero por el anhelo propio del líder al que
seguían, pero por otro lado, por el desgobierno que interpretaban estaba
sucediendo en el país de mano de Nicolás Maduro, Vicepresidente al mando
(aunque no encargado formalmente), quien, entre otras cosas, devaluó la moneda
venezolana en 46%.
En el fondo, el país se encuentra entre dos emociones rivales, dolor y alegría;
pero ese dolor, como etapa incipiente del desconsuelo de la muerte, su
siguiente sentimiento es rabia por la pérdida del ser querido. Y la rabia y el dolor movilizan, por eso
el oficialismo sabe que no podía dejar pasar la elección, porque las siguientes
etapas del duelo son la negociación y la resignación-aceptación; y allí la
figura de Hugo Chávez no moviliza como al principio.
JD.: ¿Cree
que Maduro está respetando las reglas del juego democrático?
Maduro.
OR.: Apenas la campaña
está comenzando, pero lo primero, ha habido indignación en cuanto al
tratamiento que le han dado al Presidente Chávez, para muchos, lo único que
piden es déjenlo descansar en paz; y comienzo diciendo esto porque será
evidente que la campaña de Nicolás
estará en el uso de la imagen de Hugo Chávez, llevando esto a un nivel de
culto, en donde el prenombrado es Dios, Semi Dios o alguna entidad divina y
Nicolás es su profeta. Para que entiendan esto, citaré textualmente al ahora
Presidente encargado en palabras el día de su inscripción como candidato ante
el órgano electoral: “Yo logré descifrar el alma de Hugo Chávez, el hombre,
logré conocerla desde adentro. Yo puedo decirles como pensaba, que quería, como
sufría por su pueblo, cuáles eran sus proyectos y alegrías”. ¿Qué significa
esto? La clara señal de que él no se medirá, sino que esta elección se tratará
de Chávez nuevamente.
Y como se tratará de Chávez (para el
oficialismo), veremos de nuevo que no habrá frontera entre Estado, Gobierno y
Partido de Gobierno (PSUV), es decir, será
una condición de uso total de los recursos del Estado para promover la figura
de Maduro apalancada en dos cosas, la primera, que él es el hijo predilecto de Chávez (dixit) y la segunda, que hay que votar por él porque fue el último
deseo del presidente fallecido.
Sobre este particular, Henrique Capriles decía (muchos dudaban que se presentara a la
batalla electoral ante el abuso constante del oficialismo y lo difícil de la
situación): “Imaginemos un partido de fútbol. Somos la vinotinto (selección de
futbol de Venezuela) y vamos a enfrentar a otra selección. Pero en la tribuna
no dejan que estén nuestros hinchas. El árbitro está a favor del otro equipo.
Cuando sales a la cancha, ya estás perdiendo. Y te dicen que te quedan dos
minutos. ¿Qué haces? Yo decidí jugar. Ir a la lucha. Hagamos goles y
aprovechemos la única ventaja que tenemos: a pesar de que algunos medios se
autocensuraron y hay periodistas temerosos de hacer su trabajo, el mundo nos
está viendo. Hay un huequito por donde observa y no pierde detalle. Entonces
ellos pueden querer darle un palo a la lámpara, hacer cualquier cosa, pero el
costo será muy alto. Y no solo en lo interno porque las cosas tienen un límite.
Nicolás (Maduro) cree puede mentir impunemente, pero las mentiras se derrotan
con la verdad. Ahora, lo electoral constituye sólo una parte de la lucha”.
JD.: ¿Tiene
Capriles alguna posibilidad de lograr la victoria en esta nueva contienda
electoral?
OR.: Sí, será una campaña
difícil, pero no imposible. En campañas lo único que está escrito en piedra es
que ¡No hay nada escrito en piedra!, y con esta frase quiero decir que sí hay posibilidades, pero que ese triunfo
no depende de Capriles ni de los partidos políticos únicamente, ese triunfo
depende de que cada persona que votó en el pasado por la opción de la
Alternativa Democrática se apodere de la campaña, la haga suya, y se
convierta en un multiplicador de los mensajes claves, pero que a la vez, pierda
el miedo de hablarle a la gente (miedo que es una consecuencia de 14 años de
polarización política), de decir que en los últimos 14 años eres más pobre, que
se han enlutado más de 170 mil familias por la inseguridad que el gobierno
promovió y no controló, que Maduro no es Chávez, y que él no lo va a revivir
así voten por este, y que además, el gobierno jugó, mintió y manipuló con el
cáncer del presidente.
Hay una
ventana de oportunidad, y está claro que el triunfo pasa por entender que hay
que perder el miedo y convertirse en un vocero más, con las pocas o muchas
herramientas que cada quién tenga, desde las redes sociales, pero las más
importantes, en el cara a cara, en cada interacción desde la vida cotidiana.
JD.: ¿Qué
discurso es el más apropiado para el líder antichavista?
Capriles.
OR.:Yo no hablaría de líder antichavista, porque va más allá, es un
discurso de alternativa, de sueño de una mejor Venezuela, una Venezuela de
todos, sin exclusiones, sin privilegios para los acólitos del gobierno, y este
discurso pasa por potenciar las cosas buenas que Chávez hizo (pero que fueron
insuficientes o excluyentes), que eso se mejorará, que Venezuela debe ser
gobernada por los venezolanos, y no tutelada desde Cuba u otra nación
extranjera. Ese discurso pasa por tocar la fibra de la
gente en su cotidianidad, en sus problemas inmediatos (seguridad, alimentación,
vivienda, protección social).
JD.:¿Por qué ganaba Chávez las elecciones
con tanta contundencia?
OR.: Primero te diría que Chávez no
ganaba con tanta contundencia, jamás
ganaron una elección con más del 50% del padrón electoral registrado, por otra
parte, no todos los procesos los ganó, en el año 2007 (Referendo Aprobatorio de
la Reforma Constitucional) y el 2010 (Elecciones Parlamentarias), la
Alternativa Democrática obtuvo más votos que el oficialismo.
Chávez ganaba las elecciones por varios factores, el primero
lo nombré antes, el uso indiscriminado
de los recursos del Estado puestos a la disposición del comando de campaña,
es decir, no había distinción entre Estado, Gobierno y Partido. El segundo
factor fue que la comunicación política
desde el año 2004 (momento del Referendo Revocatorio) se apalancó en 3 ejes: a.
Chávez es el Pueblo; b. Por la
defensa de las Misiones (programas sociales que el gobierno creó ese año y
potenció en los años subsiguientes) y c. Todo el poder es para el pueblo y “los
oligarcas” te lo quieren quitar.
El tercer factor importante, es que, a través del control
que generaron de las misiones, muchos empleados públicos (a través de la
intimidación y el miedo) y los inscritos en el partido (que según la prensa
eran 7 millones, pero que nunca se demostró si eso fue o es así), el oficialismo se hizo con un capital
electoral con un piso de 5 millones de votos en los últimos cuatro años.
Eso sí, en muchos momentos, como se demostró en la pasada elección del 7 de
octubre de 2012, parte de ese capital político-electoral terminaba moviéndose
por dádivas (en especies o metálico), la promesa de que seguirían recibiendo la
ayuda social (que podía ir desde una vivienda preferencial hasta una operación
médica o una beca), el voto en agradecimiento por la ayuda dada en el pasado, y
el miedo a perder el empleo directo o de un familiar (el Estado venezolano es
el más grande empleador formal en Venezuela).
No voy a negar, que para
una parte importante, Chávez sí fue un redentor, un Robin Hood moderno,
para algunos, el que verdaderamente redistribuyó la renta petrolera, para
otros, una conexión emocional, más allá de todo raciocinio, y sencillamente lo
apoyaban por lo que era, un hombre con
un inmenso carisma, que supo manejar adecuadamente el alto grado de locus
de control externo presente en la cultura política del venezolano, para en 14
años decir que nunca lo dejaron gobernar y que los problemas (muchos de ellos
causados en su gobierno) no eran su responsabilidad y apenas podían comenzar a
resolverlos.
La historia dirá si esa forma de creer en liderazgos mesiánicos, llegó para
quedarse, no sólo en Venezuela, sino también en otras partes de América Latina,
o si fue sólo una era que está por terminar, con el despertar de la ciudadanía
ante los retos que impone la política y la sociedad actual.
Estos tres vídeos de Eduard Punset son sumamente interesantes para entender por qué somos como somos. Reportaje sobre las relaciones sociales, sus causas y consecuencias. Todo esto, sin duda, está relacionado con el mundo de la comunicación.
"El Victory Awards es un galardón de potente reconocimiento internacional"
Como ya os he contado, la Poli Conference, que se celebra este año en New York, está a la vuelta de la esquina, solo nos separan de ellados semanas. De la mano de esta macrocita de comunicación política, llegan los premios Victory Awards, unas codiciadas distinciones internacionales que ya han puesto nombre al primer galardonado.Se trata del periodista, escritor y analista político mexicano Carlos Ramírez, quien ha conseguido el Victory al mejor blog en la categoría de voto popular. Conocemos algunas de sus opiniones sobre la Poli y el mundo de la comunicación.
Juan Diego: ¿Qué significa para usted el Victory Awards que
ha logrado?
Carlos Ramírez: Representa un reconocimiento al esfuerzo de cuarenta
años de trabajo en el periodismo político, desde que comencé como reportero a
mi posición como columnista y analista político. Pero, al mismo tiempo,
significa un compromiso porque se trata apenas de un alto en el camino y hay
que seguir adelante ahora en los terrenos de la consultoría política. Asimismo,
es un galardón de potente reconocimiento
internacional, lo que representa mi salto cualitativo a terrenos justamente
internacionales.
JD.: ¿Qué valor da a eventos como la Poli Conference?
CR.: Desde luego que un alto valor porque se trata de un evento
internacional, me llevó no sólo a la competencia con otros consultores y
analistas sin duda que muchos con mayores reconocimientos y obliga a aumentar
el grado de profesionalización. La verdad es que apenas descubrí las labores de
Poli Conference hace como tres años e inicié mi asistencia a algunas reuniones.
Ahí me percaté que se trata de una
organización seria y de alta calificación profesional y aumenté mi
vinculación con sus labores. Desde entonces trato de asistir a algunas de sus
conferencias y de establecer relaciones con colegas de todo el mundo.
JD.: En líneas generales, ¿cómo calificaría la comunicación
política que practican los partidos mayoritarios de México?
CR.: Lamentablemente, los partidos están comenzando a conocer las
posibilidades de la comunicación política. Y existen razones históricas. A lo
largo del siglo XX, México fue un sistema político de partido fuerte-dominante,
con el control de los organismos electorales; por tanto, la preocupación del
PRI no fue la de asistir a competencias con el conocimiento de los nuevos
instrumentos de la vinculación política-sociedad. La declinación paulatina del
PRI a partir de 1997, la alternancia partidista en la presidencia de la
república en el 2000 y la conformación de un sistema tripartido de partidos ha
obligado a las tres principales formaciones políticas a mirar las nuevas técnicas
de la comunicación política. En los
últimos diez años ha habido en México un auge de los despachos de consultoría
para la comunicación política, apenas hace cinco comenzaron a utilizarse
las técnicas del marketing y ahora han proliferado los cursos, maestrías y
diplomados en comunicación política.
JD.: ¿Qué papel otorga al periodismo en la sociedad mexicana?
CR.: El periodismo ha ido rompiendo cadenas al parejo de la
declinación del autoritarismo en el sistema político. En México no es un
secreto que hasta mediados de los años sesenta del siglo pasado el periodismo
formaba parte de los mecanismos de control político de la sociedad y era parte
del aparato de control ideológico. El
periodismo político ha ido profesionalizándose, ampliando sus espacios críticos
y respondiendo a las exigencias de información de la sociedad, ahora sí en
un sistema político plural, con alternancia partidista en sus órganos de
gobierno. Lo malo es que el periodismo en televisión resiste la apertura
crítica, el periodismo en radio privilegia la opinión y el periodismo escrito
sufre por la caída de los lectores. Pero la transición mexicana --con sus
limitaciones y contradicciones-- tiene en el periodismo un espacio de socialización
de la democracia.
JD.:¿Cuáles son las
principales virtudes que debe tener todo buen blog político?
CR.: Yo diría que son tres: Frescura y dinamismo, diálogo con sus
seguidores y lucha contra las noticias en tiempo real.
Os dejo con el último número de la revista digital especializada en comunicación Razón y Palabra. En la publicación correspondiente a los meses de marzo, abril y mayo de este año, nos brinda artículos de gran interés sobre el impacto y los desafíos de Internet en el panorama de la comunicación, de la información y de las relaciones interpersonales y de los ciudadanos con el poder. Aquí tenéis 'Tecnologías digitales, pantallas y lenguaje audiovisual'.
La Comunicación Cívica (CC) es el eje sobre el que gira mi método de
trabajo (y mi tesis doctoral), que está destinado a todos los que quieren persuadir con la comunicación desde el respeto y la asertividad.
Aunque la CC va dirigida a todo tipo de público, es cierto que nace de una
inquietud muy concreta: la gran desafección que los ciudadanos sienten hacia el
noble e indispensable ejercicio de la política. Es fundamental que desde los
partidos e instituciones se doten de todas las herramientas a su alcance para
dar un vuelco a esta situación, que nada bueno aporta a la democracia. Sin duda
alguna, entre esas herramientas, se encuentra la comunicación, la cual tiene
muchas asignaturas pendientes en el campo de la política, aunque no solo en él:
en la familia, en la empresa y en los centros de enseñanza la comunicación
también puede mejorar.
Con
el objetivo de avanzar en estos ámbitos, nace Comunicación Cívica, una forma
más transparente, sincera y eficaz de interactuar con nuestros
interlocutores, ya sean políticos, empresarios, familiares o amigos. Me refiero
a un estilo comunicativo más cercano y adaptado a las exigencias legítimas de
quienes nos escuchan o leen. Para transmitir sus valores y principios, he
diseñado el Método Cívico (MC), una fórmula de trabajo que dota a los comunicadores
de las armas necesarias para comunicar desde la credibilidad y, por tanto,
desde la persuasión.
De
la semilla del civismo (comportamiento respetuoso entre los ciudadanos) nace el
tronco de la Comunicación Cívica y, de este, salen las ramas de la Comunicación Política Cívica (CPC), la Comunicación
Organizacional Cívica y la Comunicación Personal Cívica. Este árbol
nos da vida y embellece el paisaje, en nuestras manos está darle el agua y los
cuidados para mantenerlo sano y fuerte. De ello, depende nuestra democracia y
el buen entendimiento entre todos (en las familias, en las empresas, en las
instituciones, etc.).
Las enseñanzas clave
del método: 6 Leyes de Oro.
El método que he diseñado se basa en la idea del civismo
aplicado a la comunicación, ya sea política, organizacional o personal. Desde
un punto de vista objetivo no hay nada que supere al compromiso que adquirimos
con nuestros interlocutores cuando nos dirigimos a ellos, por tanto, todo lo
que nazca de ese compromiso siempre es positivo para los implicados en el proceso
comunicacional. Estos son los seis elementos estrella sobre los que gira el
método.
C. COMPROMISO. Con el ciudadano que nos escucha, que nos ve, que nos lee. Comunicación
leal, transparente y abierta al feedback.
I. IDEA. Nuestra
comunicación debe traducirse siempre en una idea clave, en un mensaje. Tenemos
que dejar claro qué queremos decir.
V. VALOR. Esa
idea clave o mensaje debe ser valioso para el emisor pero también para su
interlocutor. Ese valor despertará el interés de los demás por atenderle. Si no
le prestan atención, el éxito es imposible.
I. INFLUENCIA. Está presente en nuestras vidas constantemente y no debemos renunciar a
ella por considerarla ilegítima o deshonesta, porque, sencillamente, no lo es.
Lo ilegítimo y deshonesto es mentir. No toda comunicación busca influir pero
para influir siempre se necesita comunicar.
C. CREDIBILIDAD. La credibilidad es el camino más eficaz para llegar a la influencia.
O. ORDEN. Detrás
del mensaje que nos hace creíbles hay un
orden premeditado que no es fruto del azar. Nuestro discurso no puede
estar regido por el caos, debe levantarse sobre una estructura.
Encuesta tras
encuesta, manifestación tras manifestación, queda patente el cisma que sufre el
binomio políticos-ciudadanos. El estallido de la crisis y la falta de
soluciones convincentes, los casos de corrupción y el descubrimiento de las
redes sociales, han removido los resortes de una relación que está viviendo
momentos convulsos. La ciudadanía no está satisfecha con sus gobernantes y ha
encontrado en Internet la vía para canalizar su descontento y levantar su voz
sin tener que pedir permiso a los medios de comunicación tradicionales. La
prensa ha perdido el privilegio de ser el eslabón que une a políticos y
ciudadanos, y, estos últimos, ya son capaces de movilizarse por medio de la Red
y de condicionar el discurso de los gobiernos y partidos. Desde Twitter,
Facebook y la blogoesfera se exige a la clase política más transparencia y una
democracia más auténtica.
En este contexto,
Política y Redes ha tenido el acierto de preparar para el 14 de marzo una
jornada de reflexión sobre el asunto, que se desarrollará en el Ateneo de
Madrid. Estamos ante un foro en el que se darán cita profesionales relacionados
con el mundo de la política y colectivos cívicos, empresas y ciudadanos.
'Regeneración Democrática y Ciudadanía' pretende continuar con el debate ya abierto
y no cerrado sobre qué puede aportar Internet en esta transformación que se
demanda desde la sociedad. Entre los
ponentes, hay profesionales como Benigno Pendás, director del Centro de
Estudios Políticos y Constitucionales; Joan Navarro, vicepresidente de Asuntos
Públicos de Llorente&Cuenca, o Miguel Ángel Calderón, director de
comunicación de Amnistía Internacional.
Sin duda, nos
enfrentamos a un debate en el que juega un papel crucial la Comunicación Política Cívica, esa comunicación que persuade pero no manipula, que defiende
la transparencia, el talante democrático en la acción de gobierno y el respeto
que siempre merecen los ciudadanos.